La reina de las flores, la más femenina, símbolo de pureza, amor, belleza, sabiduria…
El aceite de rosas es el más regenerante y vitalizante para la piel, es belleza instantánea para pieles cansadas, secas, envejecidas… gran relajante, nos aporta calma y bienestar.
Tiene un fuerte poder sobre nuestras emociones: alivia la pena y el dolor emocional, los sentimientos de desamor y de culpabilidad…
Flor gobernada por Venus, es inmejorable en su acción en toda la esfera femenina: ginecológica, sexual, emocional, reproductora…
Llegamos a apreciar el aroma de la rosa en la madurez de nuestro ciclo vital, después de recoger la ligereza juvenil del neroli, la sensualidad del jazmín, la fuerza del geranio o la pasión del ylang-ylang; el aroma de la rosa es el tesoro que descubrimos en nuestro interior, que lo aúna todo, que suma todo lo vivido obteniendo la sabiduria y la fuerza serena de la experiencia.
La rosa llega a nuestro corazón cuando ya podemos reconocer todo su potencial, ayudándonos (si queremos) a abrir nuestro corazón al reconocimiento de nuestra feminidad más auténtica, con todo lo que ello implica.
El Ritual de la Rosa de Bulgaria es un poderoso tratamiento para la mujer, un gran regalo